Los mejores momentos de mi vida
grabados los llevo y me hablan de tí.
A fuerza me roen el alma herida
Su sombra en mi pecho, pesa sin tí.
Nunca más andaré por el camino
que hechizado un día por tus ojos seguí.
Más me acechan por doquier las huellas,
de aquellos pasos, hoy en contra de mí.
¡ Cómo corrió la fuente desbordada!
¡ Cómo la corriente a ambos nos llevó!
Por laderas, valles y montañas,
más todo aquello, por siempre pasó.
Y del río, aquella gota que vimos
Y que, al pasar, en lágrima se convirtió.
Nunca más de ella a saber volvimos
En la mar inmensa de Olvido murió.