Esta ansia que os devora es infinita
nunca es mucho, ni bastante, suficiente.
Cabalgando siempre vaís como dementes
al frenético vaivén que da la guita.
Deshojaís al mundo de sus margaritas.
Desahuciáis de sus tierras a la gente.
No teneis corazón. Tan solo mente.
Fría el alma aunque la tierra se derrita.
Acaparar y acaparar, como mendigos
solo daríais por tener un poco más.
Sois del mundo la cizaña que no trigo,
sanguijuelas sin pudor ni humanidad.
Acaparar es vuestro crimen y el castigo
no tener quién os quiera de verdad.